La agrupación preparó un documento que respalda la importancia de considerar esta opción, como herramienta frente a crisis climática en el mundo de la agricultura.
*Fuente imagen de portada: Chilebio.cl
Lo que busca ABSA es integrar en la agenda pública, principalmente en el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; acciones claras para el uso de mecanismos de edición genética como un complemento a las distintas acciones para paliar efectos del cambio climático en el agro y para lograr una disponibilidad de alimento para la totalidad de la población, ello a pesar de las condicionantes actuales y futuras.
Se pronostica que para el 2050 la temperatura podría aumentar entre 2-6°C, las precipitaciones disminuirían en un 60% en la zona central del país y aumentarán un 20% en las regiones extremas”, lo que dificultaría la gestión agrícola. Según la FAO es necesario aumentar en un 70% la producción de alimentos para abastecer satisfactoriamente a la población en el año 2050, sin embargo, la producción agrícola se ve limitada tanto por la creciente escasez y pérdida de calidad de los recursos de tierra y agua, como por las inversiones insuficientes en agricultura sostenible.
Actualmente, 12 países (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Colombia, Honduras, Guatemala, EEUU, Nigeria, Israel, Australia y Japón) han implementado enfoques regulatorios que permiten el uso de plantas o sus productos editados en la agricultura. El desafío es que se implementen regulaciones coherentes y efectivas para asegurar la contribución del MGV basado en biotecnología para la producción de alimentos para avanzar hacia una agricultura sostenible.